Sobre la ridiculez

Partamos de la premisa de que todos somos ridículos. Y no hablo precisamente de ser ridículos en determinadas ocasiones sino que todos, en general, por costumbre y naturaleza, somos ridículamente ridículos. Reconocer que somos ridículos es un acto de amor y compasión hacia esta “humanidad entera que entre cadenas gime”. Aclaro además, que ser ridículo es tan normal como despertarse todos los días y tomarse … Continúa leyendo Sobre la ridiculez