“Dios no debió crear a la mujer / Dios no sabe cómo dar a luz” dice un verso del poema “Lamento”, de la joven poeta y traductora turca Müesser Yeniay. En su poesía son recurrentes temas como el feminismo, los desvaríos de la sociedad, el amor no correspondido, y la sensualidad.
Müesser es una voz femenina nacida en Ìzmir, Turquía, en 1984. Estudió Lengua inglesa y Literatura en la Universidad de Ege. Sus poemas han sido traducidos al español, inglés, francés, serbio, árabe, hebreo, italiano, griego, hindi y rumano. Ha sido invitada a varios festivales del mundo. A Colombia vino al Festival Internacional de Poesía de Medellín en 2014. Posee tres poemarios: La oscuridad también cae pulverizada (2009), Dibujé el firmamento de nuevo (2011), y Antes de mí había desiertos (2014). También ha publicado una investigación: Poesía turca de vanguardia, la otra conciencia: surrealismo y el segundo nuevo (2013).
Además de escribir poemas, ha decidido volver a las raíces de la poesía turca, objeto de sus más recientes investigaciones.
De lejos, Müesser sorprende con su larga cabellera y su sensualidad, y aunque existe sensualidad en su poesía, sus poemas no son tan largos como su pelo. Escoge un par de palabras para lanzarlas como piedras y el resultado es una obra intensa en sentimientos e imágenes.
En Estambul fue ella quien leyó mis poemas en turco durante el Festival Internacional de Poesía Nazim Hikmet 2017, al cual fuimos invitadas. Tuvimos pequeños momentos para tomar el té y charlar, y de ellos quedó esta entrevista.

Has publicado un libro grueso sobre la poesía turca de vanguardia. ¿Cuánto tiempo te llevó hacer esta investigación y cuáles son las conclusiones más importantes que tienes de este trabajo?
Como poeta joven crecí leyendo las obras de la vanguardia turca «El Segundo Nuevo». Y personalmente me fascinó la filosofía del surrealismo desde mis primeros años. Así que, estudié a mis maestros con un gran entusiasmo. Fue como ubicar la poesía moderna en mis ojos. Tardé un año escribiendo ese trabajo, pero antes leí mucho sobre el tema.
Tal vez se sepa o no que la historia de la literatura turca se encuentra entre Şiraz (Irán) y París (Francia), como dijo el poeta turco Yahya Kemal. Así que traté de examinar este enorme ámbito en este trabajo. Y aprendí que el Segundo Nuevo Movimiento está mucho más interesado en el lado poético. Los objetivos de utilizar la imagen en el surrealismo y en el Segundo Nuevo son completamente diferentes. el primero tiene como objetivo comprender el ser humano como una unidad subconsciente y también usa el lenguaje como una linterna para iluminar las partes oscuras. El Segundo le interesa el hombre por razones poéticas.
¿Qué aprende un poeta traduciendo a otro poeta?
Cada buen poema es una lección para un poeta. Enseña cómo escribir poesía desde el principio. Por lo tanto, la traducción es una especie de escuela para mí. Me da la sensación de haber escrito ese buen poema yo misma. Cada poema bien escrito es como un espejo que nos muestra nuestra alma en forma de palabras.
¿Cuál es tu relación con la poesía hispana contemporánea? ¿Afinidades? ¿Encuentros?
Publiqué en turco una antología de poesía española contemporánea con Jaime B. Rosa y Metin Cengiz. Y mi libro en español sido publicado tanto en España por Edición de Jaime B. Rosa (2016) como en Colombia por la editorial Sílaba (2016). El poeta y traductor Rafael Patiño Góez escribió una gran introducción para el libro. Me alegro de que mi voz no se oiga sólo en los oídos del pueblo turco. Pienso como el viejo poeta y pensador griego Meleagros, quien dijo: «El mundo en que vivimos es el único país, mi amigo, y somos los hijos del mismo caos».
Te juegas el alma en cada poema. Hablas con firmeza sobre los temas que te agobian ¿Cómo te ha transformado la poesía?
En uno de mis poemas digo: «Sólo cuando escribo poesía, mi alma baila. Sólo entonces todos los lugares, el tiempo y la posibilidad me pertenecen. ¡Esta es la alegría de la existencia! La puerta del sueño está esperando ser abierta, ese lugar es la única conciencia igual que Dios».
La mayoría de las veces me siento como Sherezada de Las Mil y una noches; aunque escribo poesía, me siento tan soñadora como ella. Puedo decir que no puedo disfrutar de nada más que esto. Aristóteles dice en su Poética que, «encontrar similitudes por metáforas es un signo de inteligencia» y siento una gran alegría al descubrir esas similitudes que llamamos metáforas y hallar una nueva voz para expresar el estado en el que estoy. Las metáforas (o poemas) son los Maestros del lenguaje.
En cuanto a tu pregunta sobre la transformación, puedo decir que me convertí en lo que amo: en poesía.

En tus poemas cada palabra está en su lugar. ¿Cómo llegaste a este nivel de precisión y acierto?
En realidad, desde mi adolescencia sólo me dedico a una cosa, a la poesía: a la traducción y la crítica de poesía. Al estudio académico de la poesía (PhD) y hacer lecturas en los festivales. Personalmente tengo la gran alegría de leer a los clásicos turcos como Rumi, Fuzuli, Yunus Emre y a los modernos como Ahmet Hâşim, Asaf Hâlet Çelebi. Tengo un fuerte límite poético con la cultura oriental. Así que la lectura de los maestros poetas me dio una gran visión para mi propio ser y para mi discurso poético. Creo que la elección de la lectura decide qué tipo de poeta te gustaría ser. Puedo decir, con todas estas inclinaciones poéticas, que soy la mejor voz joven de la actual poesía turca.
En tus poemas hay melancolía, también cierto resentimiento o vacío hacia la figura materna. ¿Cómo abordar artísticamente estos temas sin que la sinceridad o el intimismo traicionen el poema?
En cierto sentido, la poesía es como agarrar una piedra y lanzarla a una cosa o persona que te hace daño. Mis palabras son sobre todo como las lanzas, y necesitan un punto intenso para iniciar la acción. Espero que mis sentimientos fermenten. El silencio y la soledad dan una buena oportunidad a esta intensidad interior. Por ejemplo, cuando encuentro cualquier injusticia, cualquier perturbación, algo que no es fácil describir con palabras, empiezo a escribir. Soy una minoría y examino estos temas política o poéticamente.
Acerca de la figura materna, es el inicio y la cabeza de la vida. Comienzas la vida con una mujer, no importa si eres un hombre o mujer, y esa mujer decide toda tu vida, moldeando tu personalidad. Y esa falta, puedo decir, moldeó mi personalidad y encontré paz y lugar en las palabras. Las palabras también pueden dar a luz, cuidar y convertirse en tu familia.
¿Cómo evolucionó la escritura de tu poesía?
En realidad, cuando empecé a escribir poesía estaba leyendo muchas revistas de poesía contemporánea, pensando que tenían los mejores ejemplos de poesía. Pero cuando descubrí los clásicos de la poesía me sorprendí, renuncié a esa idea y entendí que no son poesía en absoluto.
Algunas personas piensan que mis primeros poemas son más caóticos y depresivos. Ahora siento que tengo una visión clara y un mejor lugar. Me siento más cómoda con la pluma y el papel. Virginia Woolf dijo: «Lee mil libros y tus palabras fluirán como un río». Supongo que he leído muchos miles para esta comodidad en lenguaje y mente.

¿Cuáles son los temas que te obsesionan actualmente?
Puedo decir que mi poesía tiene caras diferentes como feministas, existencialistas, místicas y un erotismo suave. Mis últimos poemas examinan el lado erótico suave de la mujer y la relación de dos cuerpos, las imposibilidades y posibilidades. Es también la alquimia del amor, pero desde una perspectiva femenina. También escribo sobre las desigualdades en esta relación de poder que se llama amor. Por ejemplo, sobre por qué las mujeres deben estar en buena forma para ser amadas.
¿Háblame de tus proyectos literarios? ¿Estás escribiendo algún nuevo libro o poemario?
He estado trabajando en mi libro de poesía que pronto será publicado, su título: «Hablar Permanentemente con el Amado», y también en mi tesis doctoral sobre poética turca. También hago lecturas de poesía en todo el mundo.
Cinco poemas de Antes de mí había desiertos.
Traducción de Rafael Patiño Goez Lamento Ser mujer Significa ser invadida, ¡ay, silenciada! Ellos tomaron mi totalidad Una mujer tomó mi infancia Un hombre, mi feminidad… Dios no debió crear a la mujer Dios no sabe cómo dar a luz aquí, las costillas de todos los hombres están quebradas nuestro cuello es más delgado que un cabello los hombres nos van llevando como un funeral sobre sus hombros hemos estado debajo de sus pies ligeras como una pluma volamos desde un mundo hasta un Adán y mis palabras son, ¡ay, silenciadas! las huellas de sus pies…. ¿Adónde? Las noches son para entrar en la nada mi cuerpo es como una puerta abierta hacia ella. Tengo cosas para contarte soy un profundo pozo cuando te miro se encienden llamas cuando te dispongo por fuera de mi mente la tierra es así en la boca de la gente hay palabras adentro de las palabras hay soledad soy un frío sueño si me saco a mí misma lejos de este mundo —si me decido— ¿adónde lo pondría? Arena Ellos trajeron mi corazón y lo abandonaron aquí junto con su arena el tiempo es tan calmo que los pájaros del silencio se elevan dejen que la oscuridad entre y no la luz para que podamos cerrar los ojos que quieren estar abiertos ¿acaso la que nos dio la luz no dio también a luz nuestro dolor? Ellos me dejaron aquí mirando la arena como una colina si mi piel se hubiera quedado en mi madre yo nada habría pedido de ella. En la voz de un niño no nacido Mis ojos están cerrados con mi cuerpo que sorbió la luz de oscuridad aquí estoy durmiendo todavía no conozco mi cuerpo que se enrolla como una serpiente una sombra adentro un humano adentro recuerdos del futuro están en mi mente alguien vendrá y me llevará al mundo supongo a ese nuncamundo a esa cósmica herida a ese tiempo verde cuando las palabras sean pastores aquí cada sueño es mañana sin ojos este viaje que va adentro un sueño cuenco de campana aquí como un broche pegado al corazón de una mujer estoy en posición como si una mujer me dejara, estoy durmiendo mi mente no tiene pensamiento ni sentimiento mi corazón los muros de mi cuarto son mi segunda piel como estoy aquí sin un padre juego con mi dios-juguete soy una de las personas que están invitadas al mundo este vientre subterráneo donde permanezco como una vasija contándome lo que me contará junto a sus sombras he escuchado que tengo mucho tiempo para llegar ¡al mundo! ¡No me hablen de hombres! Mi alma me duele tanto que despierto las piedras debajo de la tierra Mi feminidad una alcancía llena de pedruscos una casa para gusanos, pájaros carpinteros un cubo para lobos que descienden a mi cuerpo sobre mis brazos, nuevas semillas están esparcidas se busca el hombre de tu vida ese es un asunto bastante serio mi feminidad, mi frío refrigerio y mi pubis, una casa para el vacío, el mundo se levanta aquí ¡y tú misma!, vives con la basura arrojada dentro de ti Cuando él se haya ido, dile que la carne deja uñas Que vives con la ciencia de lo estropeado Háblale de esa seria enfermedad Como una piel de oveja, soy fría en tu contemplación ¡no estoy en deuda con el vientre de su madre, señor! Mi feminidad, mi invadido continente. Tampoco soy una tierra cultivada… saquen a rasguños el órgano que no sea mío como una piel de serpiente, quisiera poder dejarlo caer no es razonable ser madre de un asesinato no es el país natal lo que está dividido sino el cuerpo de una mujer ahora, ¡no me hablen de hombres!
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