La Casa del Mar de Eduardo Barros Pinto

El poeta Eduardo Pueblo, como se hace llamar el autor de La Casa del Mar, es licenciado en Biología y Química, Investigador Social con énfasis en las Ciencias Indígenas de la Sierra Nevada y, en la actualidad, se desempeña como docente en la Institución Educativa Cristo Rey del Distrito de Santa Marta. Sus conocimientos, sus vivencias con los Hermanos Mayores de la Sierra Nevada, los oficios de su profesión, los recuerdos de su casa paterna frente al mar en la que siempre ha vivido, sus amores, desamores, amigos y situaciones conmovedoras, fueron motivos todos de inspiración al concebir este trabajo.

Pintura  Ángel Almendrales.
Pintura Ángel Almendrales.

Como investigador ha sido autor y coautor de cinco libros sobre el pensamiento, medicinas mitos y cosmogonía de los indígenas de la Sierra Nevada. Su primer poemario, Secretos de una noche azul, fue publicado en 1990, y el segundo, Terquedad de la memoria, en 2002. Pasaron 25 años para que el poeta decidiera lanzar esta tercera obra, en la que siente una evolución en su oficio de enfrentar y nombrar lo cotidiano. Con La Casa del Mar, Eduardo Barros encontró su voz poética.

Para Eduardo Barros, La casa del mar es un sitio mítico,  pues el mar es todos los mares. El libro recoge una selección 73 poemas, agrupados en seis capítulos que, en realidad, son cuatro. La división sería una metáfora de cuatro estaciones o épocas en la vida del poeta.

Los dos primeros capítulos: Las primeras olas y Dónde el azul irrumpe son la primavera del autor, los inicios en el camino de la poesía. Los capítulos del verano: Salmos del navegante y Mediterráneo, son vivencias que marcaron la imaginación y la felicidad de Barros. En el capítulo Duelo Marino –otoño-, el poeta nos expresa las rupturas y los duelos. Por último, el capitulo Agua de alquimia, el invierno, es una faceta en la que el autor renace y con la que se cumple el ciclo de la vida.

¿Por qué La Casa del Mar?

Por que “primero estaba el mar”, porque es un libro de hondas raíces míticas. Nutrido por los mitos de los indígenas de la Sierra Nevada. Decir La Casa del Mar es una provocación, es nombrar a mi manera la Casa de Espuma, un lugar mítico donde nació Sintana, el primer hombre, según la mitología de los Kogui. Así las cosas, La casa del Mar es un libro cercano a lo que han definido como realismo mítico.

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¿A qué le llamas poesía Tribal?

La palabra “tribal” viene de tribu y tribu es aldea, barrio, esquina, y mi poesía está cercana a todo esto. Un título anterior considerado para el libro era Poesía tribal. Me daba cuenta que siempre había una especie de regreso, de terquedad de la memoria para seguir nombrando con voces míticas lo que para mí es significativo: Kankurua, Jocwinsiro, Tahuantinsuyo, Wasulua, Nabusimake, Chimborazo, Rancheria, Zhatukwa…..son palabras utilizadas en mi poesía.

¿Cuál es la poética de Eduardo Barros Pinto?

Mi poética nace del mar y mar regresa. Se trata de una poética del agua, del mar como materia poética. Gaston Bachelard, poeta y filósofo francés, tiene un libro de ensayos alrededor de la poética del agua, es decir, un ensayo sobre el agua como elemento poético. En mi caso, el mar como materia poética siempre está presente. Sus olas son manos que diluyen estatuas de sal y de reyezuelos de oxidada avaricia de yodo.

¿Podríamos decir que, por la estructura de este libro, es una autobiografía?

Por supuesto. La estructura del libro es elíptica como el paso de la tierra alrededor del sol. Mi vida, como la vida de cualquier persona, ha transcurrido con todo rigor de las estaciones.  Muchas veces me he vestido de primavera, de verano, de otoño y de invierno. Y fueron estas ideas las que me guiaron para estructurar el libro. Pensando que somos como las estaciones, que florecemos como la primavera, que nos enamoramos como un sol de verano, que nos deshojamos como en el otoño y que renacemos como renace la tierra en el invierno, encontré la clave para armar el libro.

¿Qué influencias literarias guían este poemario?

Este libro ha sido influenciado por muchas voces. Ya he hablado de la influencia mítica que tiene el poemario, pero también otras voces se escuchan en él.  Neruda, Héctor Rojas Herazo, José Luis Diazgranados, Raúl Gómez Jattin, Teobaldo Noriega y, por supuesto, las voces de amigos muy cercanos como Martiniano Acosta, Gustavo Arrieta, Liliana Velásquez,  Rafael Darío, Monique Facuseh, Richard García… amigos entre los cuales  se nutre mi poesía.

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Eduardo Barros, poeta samario. Santa Marta, 2015. Fotografía: Annabell Manjarrés Freyle.

¿Cómo construiste esta obra, cuánto tiempo te llevó?

Invertí tal vez unos 6 o 7 años pensando el libro, revisando, corrigiendo, reescribiendo, cuidando cada detalle. En todo ese tiempo propuse nombres para el libro como El circulo de los días, Poesía Tribal, Artefactos, Tríptico. Finalmente, fui decantando la idea hasta construir La casa del mar.

¿Cuáles son los poemas de este trabajo con los que más te identificas?

Con todos. De los 73 poemas que componen el libro, en cada uno hay una parte de mí, como un espejo de agua en el cual puedo verme reflejado por completo y reconocerme.

¿Cuál es el principal aporte de La casa del mar a la literatura local?

Eso lo dirán el tiempo y los críticos literarios. Mi gran preocupación era escribir un buen libro de poesía. Aquí está mi libro, léanlo y ojalá se emocionen como yo al escribirlo.

Por último, hablamos de unas cuatro estaciones en tu obra. ¿En qué estación se encuentra tu vida en estos momentos?

En invierno, que es un tiempo de humedad, de frescura, de alquimia, un momento de lluvia para mi poesía.

Publicado en La Cuartilla 

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